sábado, 12 de abril de 2014

Crónica: Salón del Manga de Jerez 2014


El sábado pasado por fin tuve la oportunidad de visitar uno de los salones del manga más famosos de Andalucía: el Salón del Manga de Jerez. Ya era hora de ver qué era lo que tenía de especial y destacable en cuanto a los otros, ya que tanto su antigüedad como su buena fama era merecedora de ver alguna vez en la vida de una friki como yo.

Menos mal que compré la entrada y el billete del tren semanas antes, porque el tren Córdoba-Cádiz se llenó justo al llegar a Sevilla. Aunque empecé el día "al límite", ya que llegué al tren justita, vamos, unos segundos más y adiós. Pero por suerte los planetas se alinearon y me dieron el poder de correr como Pegaso y llegué. Por poco me da un chungo.

Una vez en la estación de Jerez tuvimos que caminar unos 20-30 minutos hasta el recinto (IFECA). Todo iba bien, hasta que vimos un descontrol en las colas para entrar al salón. Apenas había carteles para informar qué cola era tal (taquilla o anticipada) y la gente se colocaba (y se colaba) en donde le daba la gana, sin pensar en los pobrecitos del final de la cola. Tras preguntar en dónde era —supuestamente— la cola para las entradas anticipadas (que por cierto, costaban 1€ más por los gastos de distribución) nos dimos cuenta que apenas avanzaba. El tiempo pasaba y solo entraban aquellos que habían comprado la entrada en taquilla. Así que ya empezó a surgir la indignación entre la multitud. Al parecer había una mala organización en el tema de pasar las entradas por el código de barras o algo o así, pero vamos, una media hora larga perdimos (habiéndonos colocado casi al principio de la cola) hasta que eso pudo avanzar.


Ya dentro del salón, me asombró la disposición de los stands y de los escenarios, ya que viendo todo el espacio que había habría sido mejor, no sé, colocarlos de otra manera para aprovechar el espacio y así no formar tapones. Además, no sabía dónde estaban los demás escenarios/auditorios al no ser que preguntara en el stand de información, ya que apenas había carteles que informaran de la distribución de los mismos.

En cuanto al tema de la comida, apenas había stands con variedad. Solo había un stand de Telepizza, otro de ramen y productos asiáticos y por último un puesto de Helados. Lo malo de todo esto es que si querías comer de forma asequible fuera del lugar tenías que ir a un centro comercial u a otro sitio bastante lejos del salón y, la verdad, no merecía la pena. Así que tuvimos que esperar y pedir —porque nos lo pedía el estómago— una rica pizza de 14 euracos del Telepizza. Era lógico que era familiar, pero nos extrañó que costaba más cara de lo normal (cosa que no pasaba en el Mangafest, por ejemplo). Creo que se aprovechaban de no tener competidores fuera (lo único destacaba era un puesto de Monster a 10 minutos) y por ello aquellos precios, ya que también el precio de algunos productos de los otros stands se pasaba un poco de la raya.


Entonces se nos vino otro problema: el dónde comer. Las únicas sillas y mesas para sentarse eran las tres o cuatro que tenía el Telepizza y las otras del stand de ramen pero, como es normal, estaban todas ocupadas. Así que no había más remedio que sentarnos en el suelo o buscar otro sitio fuera del salón principal a comer, aunque esta última posibilidad no era muy buena ya que la pizza se enfriaba y no era plan de comerse una pizza de 14€ más fría que un iceberg. Por lo tanto, buscamos el primer sitio que pillamos dentro del salón (no fuera, porque además había albero asqueroso y no era muy cómodo que digamos comer con extra de tierra) y nos sentamos mientras contemplábamos el panorama. 

Pero bueno, no todo son quejas, ya que es cierto que hubo muy buenos cosplays y una amplia gama de merchandising, de la cual pude comprar unos cuantos peluches, regalos y una figura de Yui Hirasawa.



En definitiva, mis expectativas sobre el Salón del Manga de Jerez fueron muy altas en comparación con lo que de verdad me encontré allí. Creía que esos 15 años de experiencia eran por algo pero, en mi opinión, otros salones como el Mangafest (realizado en Sevilla y con solo dos años de vida) le superan en muchos aspectos. No sé, quizá me perdí mucho al no investigar no suficiente, pero lo poco que vi y lo primero que me encontré nada más llegar ya me decepcionó. Pero bueno, ha sido otra experiencia más y, quién sabe, quizá algún que otro año me pase de nuevo, aunque por ahora me quedo con lo que tengo más cerca (Mangafest) y con aquellos salones que todavía siguen en mi lista por ver.

Os dejo para culminar un vídeo recopilatorio de lo que vi en el salón y, por otro lado, el enlace de Flickr con algunas fotos que tomé de allí, con más cosplays y con las compras que hice.