viernes, 1 de diciembre de 2017

[Crónica] XXIII Salón del Manga de Barcelona


Los pasados 1, 2, 3, 4 y 5 de noviembre tuvo lugar la XXIII edición del Salón del Manga de Barcelona, el evento más popular y ambicioso de toda España destinado a todo fan del anime, manga, videojuegos y cualquier aspecto relacionado con la cultura popular japonesa. Al igual que en ediciones anteriores, este año el evento ha tenido lugar en el recinto Fira Barcelona Montjüic, ocupando los Palacios 1, 2, 3, 4 y 5, así como la Plaza Univers, sumando 75.000 metros cuadrados, 5.000 más que en la pasada edición. Bajo la nueva dirección de Meritxell Puig, esta vigésimo tercera edición de este acontecimiento ha sido una de las más ambiciosas por el incremento de metros cuadrados y de días, así como de actividades y expositores (un 9 % más que el año anterior) que ha ofrecido a sus más 148.000 visitantes, superando una vez más el récord de asistentes a los que no les ha afectado para nada la situación política y social que aún afecta a Cataluña. Nosotros no hemos dudado en visitarlo y disfrutarlo lo máximo posible cada uno de los días, volviendo a nuestro hogar con una gran satisfacción y enormes ganas de vivir la próxima edición del certamen, que seguro no se quedará atrás.

Antes de pasar a hablar de los pabellones y el interior de cada uno de ellos, queremos primero comentar lo que nos ha parecido el trabajo de los responsables y los trabajadores del Salón del Manga a nivel organizativo. A raíz de la polémica que surgió semanas antes sobre la noticia que supuso saber que ante la salida del recinto no se podía volver a entrar, así como otros aspectos que todos los años son objeto de las críticas como son el tiempo de espera para acceder al lugar (relacionado con las extensas colas) y las medidas para administrar el aforo completo entre pabellones, no es de extrañar la incertidumbre que rondaba entre los que poseíamos la experiencia y el conocimiento de otras ediciones anteriores. Varios de nosotros pensamos antes de empezar los días del Salón que dichas medidas de seguridad iban a ser un punto negativo más a la lista de cosas a mejorar en FICOMIC, pero nada más lejos de la realidad.

Cola del primer día del evento (miércoles 1)
El primer día, miércoles, descubrimos que la organización había habilitado una segunda entrada conectada con el Pabellón 4, eso hizo que la «infinita» cola unitaria de otros años (por donde se entra a la Plaza Universo) se dividiese en dos colas mejor organizadas y planificadas para dosificar poco a poco a la gente y que todas las personas con entrada normal estuviesen repartidas en cada una de ellas. Ligado ahora a lo que es la entrada y pasar el código de barras, seguido de un registro de mochilas, nos comentaron que todo fue muy fluido y más rápido, no como años anteriores. A su vez, el fin de semana, los dos días donde se espera mucha más aglomeración (que la hubo), fue un gran acierto que empezasen a moverse las colas y a tiquear las entradas a las 8:30 de la mañana (media hora antes de lo normal) para que gran parte de los asistentes estuviesen ya dentro de la feria al menos fuera de los pabellones, ya que lo que eran las puertas a los mismos no se abrían hasta la hora oficial (9:00 h.). 

A estos cambios que sucedieron —que hasta que no se experimentan no pudimos concluir que fueron todo un acierto para los asistentes—, hubo pequeños puntos negativos que, si bien fueron menores, disgustaron a los asistentes. Uno fue el fallo que tuvo la organización el primer día de no dejar abiertas las puertas que daban acceso al Pabellón 2, que a raíz de ello se formó una aglomeración de gente que impedía la entrada. El otro, a favor de garantizar una mejor gestión del cúmulo de personas entre pabellones, cuando todo el mundo accedía por la entrada, estaba obligado a recorrer ciertos pabellones para llegar a otros, ya que la organización situó vallas y guardias para impedir el acceso y mejorar la distribución inicial. Posteriormente, las vallas se fueron suprimiendo, ya que esta medida era al comienzo del día. Para concluir este apartado, no nos olvidamos del tema del temido aforo, que pese a que lo volveremos a retomar en los próximos párrafos cuando hablemos de los pabellones 1 y 2, que ambos tuvieron mucho que ver, hay que decir que durante todos los días se estuvo correctamente en todos los pabellones, no se apreció el aforo completo como sí hubo otros años, ni se tuvieron que cerrar puertas para diluirlo sino todo lo contrario. Se podía caminar perfectamente, no había agobios de gente y habían espacios amplios para poder disfrutar del Salón.

Taller de gastronomía japonesa
A la hora de hablar de todos los pabellones vamos a hacer un recorrido uno a uno para comentaros nuestra impresiones sobre ellos. Comenzamos con el Pabellón 1, caracterizado por la zona de restauración donde, como otros años, los puestos ofrecen comida japonesa a sus visitantes con la que podían disfrutarla a un precio para todos los gustos. En relación a la comida, también se encontraba en dicho lugar el taller de gastronomía japonesa cuyo tema principal este año era el arroz. Bajo esta premisa y gracias a la organización de Comer Japonés, se llevaron a cabo talleres cuyo componente en común era dicho producto en todas sus variantes, no sin antes introducirlo al principio con el baile del arroz.

El invitado estrella este año era el japonés Kazushige Ikinari, propietario del restaurante Ikinariya de más de 300 años de historia en Niigata, que ofreció a los asistentes un taller de cocina tradicional japonesa. Además del mismo, hubo otros tantos de diferentes niveles, desde los más simples como el taller de mochis hasta los más complejos como fue el menú degustación que ciertos afortunados pudieron disfrutar, en el cual las técnicas de cocina se llevaban a otro nivel. En lo que viene siendo la situación del espacio de taller gastronómico, al no coincidir con otros escenarios en el mismo pabellón, el sonido se escuchaba perfectamente. No influyó la acústica de la zona de restauración que era la más sonora del lugar ya que gracias a que había un espacio suficiente entre las mismas, no interfería en los quehaceres del taller.

Exposición
Tamashii Nations World Tour
En otro orden de cosas, pero siguiendo en el Pabellón 1, en esta edición del Salón se pudo disfrutar del stand de Tamashii Nations-Bandai en el que albergaba en su interior la exposición Tamashii Nations World Tour. Este tour se inició en 2016 y desde entonces ha estado viajando por diferentes ciudades de todo el mundo (Sao Paulo, Hong Kong, Nueva York, Osaka,…). En él, se exhibieron una selección de las mejores figuras y estatuas a tamaño real de las series más emblemáticas como Saint Seiya, Dragon Ball, Naruto, entre otras, siendo una experiencia la más que satisfactoria y visualmente positiva para toda persona coleccionista de figuras.

Prosiguiendo con el mismo pabellón, este año hubo la novedad de que en el mismo también había expositores que de normal se habrían situado en el segundo pabellón como en anteriores ediciones. Sin embargo, para ganar espacio y mejorar la afluencia de gente, se optó por dicha distribución, cosa que fue todo un acierto ya que el Pabellón 2 ganó espacio y los visitantes se repartieron entre los dos espacios que contenían expositores. Y de una ganancia de espacio en el segundo, los visitantes perdían espacio para las mesas y sillas en el primero para comer, inconveniente que la organización intentó pulir situando más fuera del lugar al aire libre, una de las muchas áreas de descanso disponibles por todo el recinto.

Ligado al anterior pabellón, seguimos al que es siempre el plato fuerte para lo que viene siendo el interés económico de nuestras carteras, ya que es donde se concentran todos los puestos comerciales oficiales (editoriales, tiendas, etcétera). Además de estos, está situado el espacio de fanzines que de este asunto dedicaremos concretamente unas dedicadas líneas más adelante. 

El Pabellón 2, por si alguno aún dudaba de cuál estábamos hablando, está comprendido en dos plantas, la de abajo más extensa que la de arriba y donde se concentran la mayoría de los expositores comerciales y donde también está la zona de Nintendo; mientras que la de arriba está orientada a exposiciones, photocalls y toda la parte dedicada a El Espíritu de Japón con sus talleres y actividades relacionadas con la cultura, tradiciones y espiritualidad japonesa. Este año, como novedad, lo que viene siendo el espacio Salón de Actos, donde se realizan las presentaciones de las editoriales, distribuidoras y otras tantas charlas como son los encuentros con los autores, ha quedado localizado en la planta superior (Planta 2.1 del Pabellón 2). Suceso que ya decimos desde el principio que ha sido todo un acierto por la acústica y la tranquilidad que aporta ese espacio, dado que en años anteriores donde estaba situado (planta inferior) el ruido de alrededor no hacía disfrutar ninguna de las presentaciones y/o charlas.

Espacio de Nintendo
Otros cambios que se han notado y que también han sido todo un acierto son lo que comentábamos en párrafos anteriores en lo que respecta a la nueva distribución de los expositores. Una parte de los que otros años seguían en el Pabellón 2 quedaban reubicados en el Pabellón 1, haciendo que los "pasillos" entre filas/columnas en los stands fuesen muchísimo más anchos por donde poder circular más relajadamente, algo que no perjudicó al aforo. Otra medida que se tomó fue que la puerta principal al recinto automáticamente se utilizó solo de salida. La entrada concretamente quedaba reducida a una puerta la mitad de pequeña y a las otras salidas que ya existían de antes. Esta medida al principio la tomábamos con temor pero gracias a las vallas y a los guardias de seguridad lo que viene siendo la afluencia de gente fue tranquila y en ningún momento se crearon tapones de gente durante el día.

Cosplayers de personajes
conocidos del videojuego ARMS
De unos cambios que dejamos atrás, comentamos un espacio que se mantiene del año pasado y es la zona de Nintendo. En el Salón siempre hay un hueco para los juegos de la gran N y siempre tiene el protagonismo que se merece, y este año con el lanzamiento de la nueva consola híbrida más aún. Personalmente nos maravilló el aprovechamiento del espacio —1.500 metros cuadrados—, la variedad de photocalls, exposiciones y espacio para jugar, junto con los sorteos y promociones que hubo. Todo ello protagonizado mayoritariamente por Nintendo Switch y el decorado de Super Mario Odyssey y The Legend of Zelda: Breath of the Wild, que contó este título además con una exposición que se centraba asimismo en otros títulos de la franquicia. Una zona que un año más vuelve a encantar a todo fan amante de esta empresa de videojuegos, como nosotros.


Llegamos a un punto que para nosotros es lo que aún le falta mucho por mejorar por parte de FICOMIC y es la zona y el trato hacia el espacio de fanzines. Quitando la ubicación, que bajo nuestro punto de vista estaba bien situada a pesar de algunos problemas de logística, se podía pasear perfectamente por la zona sin agobio de estar con otra gente procedente de otros stands comerciales cercanos. A pesar de esto, dado el muy reducido espacio que tenía cada puesto y el hecho de estar uno al lado del otro sin espacio entre medias, hacía que el disfrute de los productos de los artistas fuera una experiencia algo limitada que el público no se merece. Sin ir más lejos, el hecho de que la organización no les proporcionara sillas a primera hora del primer día es un gesto más que se suma al trato deficiente que tiene este espacio y con sus personas que lo ocupan. Esperamos que en un futuro estas líneas cambien hacia un lado más positivo, donde se aumente el espacio y los puestos, y las personas detrás de ellos tengan el respeto que se merecen de la organización del evento más grande del manga y anime a nivel nacional.

Cambiando de tercios y de pabellones, nos toca hablar de la Plaza Univers, ese espacio en medio de los palacios que lo protagoniza el gran escenario. Éste ha tenido un cambio de posición con respecto al año pasado, y ha sido el situarlo, en vez de espaldas al primer pabellón, de espaldas al segundo palacio. Esta modificación, ha permitido que se ganara mucho más espacio (lo que es el escenario a toda la carpa extendida) cosa que se ha agradecido y hacía que el sonido de los altavoces se proyectasen hacia la salida de la Fira, no hacia la entrada de otros pabellones.

Plaza Univers
Sin olvidarnos del propio espectáculo que se celebra en el escenario, desde el Anime Song Contest, pasando por los concursos de cosplay internacionales como el European Cosplay Gathering, World Cosplay Summit, Clara Cow's Cosplay Cup y EuroCosplay (y sus respectivas entregas de premios), también subieron a él la intérprete japonesa Azumi Inoue, cantante de la película de Studio Ghibli Mi vecino Totoro, con quien también estuvo acompañada de su hija Yu Yu. Como novedad este año, se pudo disfrutar del músico, DJ y productor musical japonés DJ Kentaro en el espacio Sónar Manga donde hizo vibrar a la gente apasionada por la música electrónica. Hubieron otras muchísimas actuaciones, conciertos y exhibiciones variadas para todos los gustos pero que si nos ponemos a nombrarlas no acabaríamos. Con respecto a la organización, técnicos de sonido y el resto de responsables del escenario, todos ellos realizaron un buen trabajo a lo largo de los cinco días; a pesar de que cierto día no acompañó las condiciones meteorológicas por la tormenta eléctrica, eso no impidió que toda la organización hiciera un buen trabajo en dicha jornada.

Tampoco hay que olvidar en este espacio los Food Trucks, puestos de comida donde había variedad y a un balance precio-calidad acorde y el que hubiese cierto número de los mismos hacía que no se formaran tantas colas, ya que es una opción distinta a la comida japonesa del primer pabellón para otro tipo de comensales.

Masasumi Kakizaki (centro)
Un Salón del Manga no sería tal si no contase con la participación de los autores japoneses invitados que cada año las empresas (editoriales y distribuidoras) intentan traer cada edición. Este año han tenido representación tanto del manga como el anime. Del mundo del manga, tuvimos el placer de que nos visitaran autores de la talla de Yoko Kamio (No me lo digas con flores, Matsuri Special), gracias a Planeta Cómic; Yoshiaki Sukeno (Twin Star Exorcists: Onmyouji, Bimbogami ga!) y Robico (El monstruo de al lado -Tonari no Kaibutsu-kun-, Nuestras preciosas conversaciones) gracias a Norma Editorial; y Masasumi Kakizaki (Rainbow, Los siete de la celda 6 bloque 2, Green Blood) gracias a ECC Ediciones. Como viene siendo habitual, los fans tuvieron la suerte de poder asistir a encuentros con ellos para poder preguntarles lo que quisieran, presenciar las clases magistrales donde los senseis mostraban su talento dibujando, y cómo no, las sesiones de firmas.

No nos olvidamos de los autores nacionales, que también estaban presentes. Belén Ortega por parte de Planeta Cómic y Norma Editorial, las Xian Nu por Ediciones Babylon y Fandogamia, así como los ganadores del premio manga de Norma Editorial, Dani Bermúdez y Fidel de Tovar, que publicaban su obra Arashiyama como novedad en el Salón. Entre muchos otros más: Jesulink, Javier Bolado, Esther Lecina, Jorge Monreal, Isabel Terol, y muchos otros estuvieron presentes en el evento con sus respectivas sesiones de firmas a disposición de los fans.

Yasuhiro Irie en su clase magistral en el stand de Wacom
A lo que se refiere al mundo del anime, tuvimos el placer de contar con Masao Maruyama, productor de las películas Perfect Blue y En este rincón del mundo; al director de la primera parte de Dragon Ball Super, Masatoshi Chioka, y a su productor Hiroyuki Sakurada; y finalmente a Yasuhiro Irie, director de animación del anime Full Metal Alchemist: Brotherhood entre otros trabajos. Si bien los tres primeros, gracias a Selecta Visión, tuvieron el placer de firmas ejemplares de shikishi así como encuentros y charlas, Irie participaba en el espacio de Wacom enseñando cómo realizaba storyboards de su actual proyecto Halloween Pajama, además de impartir una clase magistral en colaboración con Escola Joso.

Pero esto no es todo lo que aguardaba el Salón del Manga de Barcelona en la edición de este año, pues pasando del Pabellón 2 llegábamos a una zona de descanso en el Pabellón 3.1, que comunicaba este citado pabellón con el Pabellón 4, que aguardaba en sus diferentes niveles talleres de todo tipo: anime, manga, impresoras 3D, cosplay, juegos japoneses, youtubers... y otros tipos de stands  y espacios que los visitantes no debían de ignorar, como las diferentes clases magistrales y exposiciones dedicadas al mundo del manga, del anime o la ilustración, como la exposición de Jiro Taniguchi, la exposición de 100 años de anime, o la exposición que homenajeaba a la artista Kenneos, responsable de ilustrar el cartel de esta edición del Salón.

Exposición '100 años de animación japonesa'
Tampoco hay que olvidar en este pabellón el ring de lucha libre situado en el nivel más alto del pabellón, donde RIOT ha organizado unas luchas inspiradas en el espectáculo de wrestling KAIJÛ BIG BATTLE, que emula los míticos enfrentamientos de monstruos gigantes de las películas japonesas y en este año los robots y los mechas han tenido un gran protagonismo. Aunque la afluencia en este pabellón no haya sido la misma que la presente en los pabellones anteriores, ya que también en cada uno de sus niveles se respiraba un ambiente de tranquilidad y goce por su amplitud de espacio, esto no quita la importancia que también tiene en el Salón, pues ofrecía al visitante una visión distinta y con más mimo y detalle del arte del manga, del anime y del cosplay, entre otros temas relacionados con esta dispar y heterogénea cultura con cada vez más fans de todas las edades.

No obstante, los aficionados más viejunos a esta edición del evento han vuelto a ser de nuevo niños recordando la serie Mazinger Z, así como otras series míticas del género mecha de ayer y de hoy como Astro Boy o Neon Genesis Evangelion gracias a la gran exposición ¿Sueñan los mechas con ovejas eléctricas?, la cual ocupaba parte del Pabellón 5, destinado al mundo de la robótica y donde también se encontraba el auditorio, lugar donde se proyectaron a lo largo de los cinco días del evento diferentes filmes japoneses y otro tipo de obras audiovisuales, así como encuentros con mangakas u otras personalidades importantes de la industria, como los citados Masao Maruyama, Yoko Kamio, Masatoshi Chioka y Hiroyuki Sakuraga. Alfredo Garrido García, cantante de la versión española de Mazinger Z, también estuvo presente en este espacio gracias a la exposición dedicada a esta mítica serie de la televisión de los 70.

Lo último en robótica estuvo muy presente durante el XXIII Salón del Manga
Asimismo, el Pabellón 5 aguardaba una zona de exhibición de robots con la participación de las empresas punteras a nivel internacional en el ámbito de la robótica como son ABB, KUKA, PAL ROBOTICS, STAUBLI y UNIVERSAL ROBOTS, que exhibieron varias propuestas de robótica de ocio, robots al alcance de todos, con la colaboración de la tienda RO-BOTICA y la Fundación EDUCABOT. Además, se presentaron durante cada una de las jornadas del evento los últimos avances en investigación con la participación del Instituto de Robótica Industrial-IRI (CSIC-UPC), entre otras conferencias relacionadas, sin olvidar especialmente la presentación del profesor Takanori ShibataDoctor en Electrónica e Ingeniería Mecánica por la Universidad de Nagoya e inventor de la foca robot Nuka, considerado el robot más terapéutico del mundo, lo que le hizo entrar en el libro Guinness de los récords en 2002. A todo amante de este futurista e innovador mundo le habrá encantado la diferente oferta de actividades situadas en este pabellón que, más pequeño que el Pabellón 4 pero igual de apacible y entretenido como este, haciendo en su conjunto con el resto de pabellones un Salón del Manga de Barcelona sin igual.

En resumen, el XXIII Salón del Manga de Barcelona se ha clausurado por todo lo alto, cerrando su edición más ambiciosa y extensa con más de 148.000 visitantes, 75.000 metros cuadrados repartidos entre los espacios de los cinco Palacios y la Plaza Univers, mejorando los accesos, la distribución de los expositores (más de 200 ubicados en dos los Palacios, un 9 % más que el año anterior) y triplicando las áreas de descanso, consiguiendo que no se acumularan visitantes a los diferentes espacios. Un Salón que, también a diferencia de ediciones anteriores, ha durado cinco días, jornadas repletas de un sinfín de actividades, contenidos, merchandising e importantes invitados de dentro y fuera de Japón que sirven como muestra de la enorme afición que existe en España por el manga, el anime y la cultura popular japonesa en general.

Exteriores de Fira Barcelona Montjüic, lugar del evento
Tampoco hay que olvidar  el precio de las entradas, un euro más caras que la pasada edición y con un abono para todos los días mucho más limitado frente a otros años que, a pesar de todo, no ha sido especial problema para los visitantes, que han superado a los asistentes al anterior Salón; así como la web oficial del evento, detallada hasta última hora con toda la información y noticias sobre el certamen. La organización, las instalaciones y el desarrollo del evento ha sido para enmarcar respecto a años anteriores, aunque no hay que olvidar varios aspectos negativos que esperamos que los tengan en consideración para la siguiente edición, que se celebrará del 1 al 4 de noviembre de 2018 y que ya estamos esperando con inmensas ganas. Antes se celebrará el 36 Salón Internacional del Cómic de Barcelona, ​​que tendrá lugar del jueves 12 al domingo 15 de abril de 2018 en Fira Barcelona Montjuïc, otra cita mucho más cercana en el tiempo y que tampoco hay que perderse.


Crónica realizada por Tania Plana (Seratnyx) y Estefanía Jiménez.

Galería de imágenes
View post on imgur.com

Vídeo del evento (próximamente)