domingo, 21 de febrero de 2016

Reseña: Cappuccino


Estar enamorado y poder compartir ese sentimiento con quien realmente deseas es una de las mejores sensaciones que puede tener el ser humano. Pero, si a eso, que de por sí es maravilloso, se añade la posibilidad de compartir techo con esa persona con el objetivo de vivir toda una vida juntos, esa felicidad supera cualquier límite. Sin embargo, en ocasiones el futuro no es como uno esperaba, y lo que creía que compartir diariamente la vida con quien más ama iba a ser todo un camino de rosas, esa relación al final acaba en la cuerda floja, descubriendo que su pareja no era la media naranja perfecta gracias a los detalles y gestos cotidianos. Esta incierta relación es la que nos expone Wataru Yoshizumi en Cappuccino, una breve historia de amor amargo con un toque adulto sobre una pareja que ha decidido compartir su vida.


El regreso de Yoshizumi por partida doble

Muchos de vosotros seguramente conozcáis a la famosa mangaka Wataru Yoshizumi u os suene la serie Marmalade Boy, ¿me equivoco? En mi caso, yo a Yoshizumi la descubrí gracias a esta serie, la cual emitían cada tarde en La 2 de TVE y también en el canal autonómico Canal 2 Andalucía bajo el nombre de La familia crece. Por esa fechas, yo rondaba los 13-14 años, y lo único que conocía de la cultura japonesa era el anime que se emitía en televisión y los videojuegos que constantemente jugaba. Pues bien, tal fue lo que me fascinó la historia de Yoshizumi que, una vez vista por completo, quedaba con mis amigas para ver episodios concretos grabados en VHS, y más adelante pasado un tiempo volví a verla unas cuantas veces más cuando conseguí que me pusieran internet en casa. Estaba claro que Marmalade Boy fue muy primer anime shôjo, siendo uno de mis favoritos desde entonces y el que me metió de lleno en esta apasionante cultura, por lo que nada más tuve la oportunidad, investigué sobre los trabajos y la influencia de esta autora, referente en la industria y en la historia reciente del manga.


No obstante, antes de Marmalade Boy, Yoshizumi ya hizo sus pinitos en la industria del manga, debutando en 1984 en la revista Ribon de Shueisha con su historia corta Radical Romance. Esta revista acogería a partir de ese momento gran parte de sus siguientes obras, como Quartet Game o Handsome na Kanojo, obra que ayudó a la autora a conseguir algo más de fama hasta la llegada de Marmalade Boy, que publicó en 1992, llegando a todos los rincones del planeta en diferentes adaptaciones e idiomas. Años después, Yoshizumi siguió creando manga de éxito especialmente dirigido a un público femenino, eso sí, no a la altura de Marmalade Boy, pero sí bastante conocido entre las fans, como es el caso de Somos chicos de menta (Mint na Bokura) o Ultra Maniac, historias que junto a su obra cumbre llegaron a España gracias a Planeta DeAgostini, editorial conocida en la actualidad como Planeta Cómic

Estas no han sido las únicas obras de la mangaka que ha podido traer a España a lo largo de los años la editorial, ya que también se encargó de la edición de otros trabajos menos conocidos y que han pasado prácticamente desapercibidos entre los seguidores de este medio gráfico, como es el caso de las historias cortas Random Walk, Cherish o PxP, entre otras. Sin embargo, sí ha tenido más éxito, como era de esperar, la edición especial en formato kanzeban de Marmalade Boy, edición que sustituyó a la única existente publicada en 1999 que lleva a la venta desde 2009, siendo la única y definitiva que cualquier fan de este género y/o de la autora puede encontrar. No obstante, esto era lo único que podíamos encontrar de Yoshizumi hasta el año pasado, pues la mangaka volvió por partida doble gracias de nuevo a Planeta Cómic con sus dos últimas obras: Marmalade Boy Little —secuela y spin-off de Marmalade Boy— y la que os hablaré en las próximas líneas, Cappuccino, un tomo único lanzado originalmente en la revista Chorus que cuenta la vida de una pareja de jóvenes que deciden ir a vivir juntos.


La ilusión de vivir en pareja

Cappuccino cuenta la historia de Ari y Sôsuke, una joven pareja que deciden ir a vivir juntos a causa de los problemas que tienen constantemente para poder verse. Hace cuatro años que empezaron su relación, y al principio ambos no tenían estos contratiempos, ya que solían verse en la universidad. Sin embargo, una vez graduados, cada uno consiguió un trabajo: él ahora es profesor en una escuela preparatoria y ella trabaja en una compañía papelera. Los distintos días de fiesta de cada uno y la falta de tiempo libre eran todo un obstáculo para poder verse, por lo que, aprovechando que ambos tenían que renovar los contratos de sus alojamientos, dieron el paso y, así pues, comenzaron una nueva vida juntos. Realizados todos los trámites y conseguido el permiso de los padres para vivir bajo las mismas paredes sin haberse casado antes, ya nada parecía que fuera a interferir en su relación, o eso es lo que imaginaba Ari, que muy ilusa no se imaginaría lo que pasaría…

Ari, convencida de que Sôsuke era el hombre perfecto, se da cuenta que vivir cada día junto a él hace que descubra realmente su personalidad. A pesar de dejar claro que las tareas de casa se hacen entre los dos, Sôsuke se olvida de esos temas consiguiendo que Ari se encargue de todo ello, cosa que a ella al principio no le importa, ya que le quiere y desea lo mejor para él y para la relación, hasta que sigue pasando el tiempo...y no, Sôsuke no mueve ni un dedo, y ella, para colmo, no se queja; no le dice nada. A quien sí le contará estas frustraciones será a Remi y a Inaba, amigos de la pareja desde que empezaron a salir juntos, los cuales serán partícipes en todo el manga de los problemas de estos dos. Problemas que irán in crescendo cuando Ari descubre que hay una tercera persona que se interpone en su relación.


De esta manera, Yoshizumi nos expone una historia algo distinta cuya protagonista tendrá que olvidarse de los cuentos de hadas y enfrentarse a la realidad tal y como le gustaría, evolucionando para no llegar a ser una mujer japonesa más. Aunque estemos en el siglo XXI, en Japón todavía prevalece fuertemente la cultura patriarcal, la superioridad del hombre hacia la mujer y unos roles que, unidos a las obligaciones y temores sociales, adoptan necesariamente tanto el sexo masculino como el femenino. Dicho de otro modo, en el manga veremos situaciones que no son nada del otro mundo en Japón, como ver mal que una pareja viva bajo cuatro paredes sin haber contraído matrimonio antes y, de este modo, pedir permiso a los padres, adoptar el rol de marido prometiendo que mantendrá a la mujer, a la casa y a la familia, pensar en casarse para dejar el trabajo y cuidar de los niños… En definitiva, una serie de comportamientos y pensamientos que estarán más que presentes tanto en Ari, Sôsuke y el resto de personajes, siendo un reflejo más de la falta de feminismo en el país nipón.

Una taza de sentimientos

Algo que siempre me ha gustado de Yoshizumi, independientemente de cómo sea la historia que encuentre en sus obras, es su dibujo, un dibujo con gran detalle que plasma mediante unos trazos finos y bellos, dando lugar a sus conocidos personajes esbeltos cuyas expresiones no dejan de estar en ningún momento presentes. Esta vez, la autora deja algo de lado los fondos y decorados, mostrándonos a través de un viñetaje algo más cuadriculado unas figuras maduras al igual que su historia, un josei dirigido a un público femenino que ya ha dejado atrás su época de instituto y no se siente totalmente identificado con ese tipo de obras. Los sentimientos de los personajes se muestran muy fácilmente, sobre todo los de Ari que, con sus monólogos interiores, conocemos más sus preocupaciones e incluso hasta empatizamos con ella.


Todos estos componentes harán que la lectura de Cappuccino sea bastante fluida y amena, con un ritmo de los acontecimientos rápido y bastante previsible una vez que se conoce la sinopsis de la historia. No faltarán los momentos cómicos característicos de la mangaka, situaciones en donde gracias a su característico dibujo se deja algo de lado los problemas de sus protagonistas. En definitiva, una obra en donde la autora nos enseña su deseo de cambiar la sociedad, mostrando lo que no debe ser una relación y dando la iniciativa a aquellas mujeres que, al igual que Ari, sufren y aguantan como tontas la falta de respeto de un hombre que supuestamente le ama. La vida no es siempre de color de rosa, por lo que muchas veces hay que dar el primer paso con firmeza para cambiar lo que a una no le gusta, sin importar lo que digan o piensen los demás. 

Algo distinto… pero no lo mejor

Wataru Yoshizumi vuelve tras varios años en el olvido con Cappuccino, una obra que, junto a Marmalade Boy Little, podemos encontrar actualmente en el catálogo editorial de Planeta Cómic. Un tomo único disponible desde finales del año pasado compuesto por siete capítulos repartidos en un total de 192 páginas editado con una idónea localización y traducción con un formato rústico con sobrecubierta simple a un precio de 8,95 €, algo más caro de lo habitual.


Para las fans más acérrimas de la autora, Cappuccino es una obra más que no deberán dejar pasar, ya que, a pesar de tener muchas similitudes con gran parte del resto de sus trabajos, esta obra presenta el deseo de la autora de cambiar la tradicional sociedad, mostrando lo que una mujer no debería hacer si no está satisfecha con su relación amorosa y las imposiciones de la sociedad que le rodea. No obstante, no es un manga destacable en su totalidad, pasando seguramente desapercibido como ya se está notando respecto a Marmalade Boy Little, continuación de la obra más conocida de Yoshizumi y de la que hablaré próximamente en una nueva entrada. 

Lo mejor:
  • Historia algo diferente y madura respecto a lo típico de la autora
  • Entretenido, de fácil lectura y con un bello dibujo, con toques de humor que amenizan la trama
  • Protagonista que evoluciona, enfrentándose a su realidad, mostrando la insatisfacción de la mangaka por la sociedad actual

Lo peor:
  • Falta de personalidad en la mayoría de los personajes, a veces insoportables
  • Situaciones muy previsibles
  • No es lo mejor que encontrarás de Yoshizumi, a pesar de todo

Nota: 7/10

FICHA TÉCNICA
Nombre: Cappuccino (カプチーノ)
Género: Romance, Drama, Slice of life
Demografía: Josei
Autor(es): Wataru Yoshizumi
Publicado en Japón en: Chorus (Shueisha)
Publicación: 2008
Volúmenes: 1
Publicado en España (en): Planeta Cómic (8,95 €)