Capítulo Xtra: Análisis: Tales of Vesperia: Definitive Edition

Es increíble pensar que 10 años han pasado desde que Tales of Vesperia aterrizó en Occidente para una ya más que veterana Xbox 360 y ver como ahora este clásico del JRPG amado por muchos regresa a los estantes en una suerte de versión definitiva con mejoras visuales, contenido extra y, sobretodo, una traducción al castellano que no hizo gala en el título original hasta ahora.

Acompañadnos, una vez más, para contaros que nos ha parecido y descubrir si este clásico aguanta el tipo hasta nuestros días.

La historia de este Tales of Vesperia nos mete en la piel de Yuri Lowell, un joven ex-caballero despreocupado que vive en el Distrito Inferior de la capital. Con una gran cantidad de problemas a sus espaldas, emprenderá un viaje fuera de la capital junto a su fiel amigo canino, Rapede, para intentar recuperar cierto objeto robado.

A medida que visitamos lugares siguiendo la pista del ladrón, conoceremos a una gran cantidad de personajes e incluso aliados que se cruzarán en nuestro camino mientras la historia va tomando diferentes rumbos.

Grosso modo, estamos ante la clásica historia contada sobre los pasos de un joven que, junto a sus amigos, salvará el mundo. A estas alturas nadie se sorprende de este tipo de historias por la larga trayectoria que tiene en el género. Sin embargo en Tales of Vesperia funciona y cumple con creces contándonos la serie de entramados y grandes sucesos en los que se vienen envueltos los protagonistas, ahondando mucho en estos y haciéndolos cambiar y evolucionar como personas hasta llegar al gran clímax. Siempre hay momentos para las risas, los lamentos y la seriedad en la épica aventura de Yuri y sus amigos.

Los carismáticos personajes aun siendo una marabunta de clichés andantes —que al principio se hacen algo pesados— tienen siempre algo que contar y ofrecer al jugador hasta el punto de encariñarnos sobremanera y saber que, sin ellos, nuestra aventura no sería igual de entretenida. Cuando un personaje estaba decidido, preocupado o deprimido, yo lo hacía junto con él porque de verdad sabía transmitirme. Es algo muy positivo porque en la mayoría de RPG con personajes cliché se quedan en la superficie, por lo que en vez de transmitirte en condiciones, sufres un martirio soportándolos. En Vesperia esto no ocurre porque son de verdad tus compañeros y saben hacer que los aprecies. Hay un trabajo bien afinado detrás de esto.

Lo negativo de esta historia es que al principio la trama se muestra poco relevante y tarda mucho en arrancar, algo que toda la serie Tales of va arrastrando desde hace eones, por lo que hasta que se pone verdaderamente interesante solo aprenderás pequeños conceptos.

En términos jugables, Vesperia ofrece un mundo enorme con una gran diversidad de localizaciones como ciudades, llanuras, bosques, desiertos y mazmorras. Todo ello viajando a través de un mapamundi repleto de continentes ademas de enemigos, claro. Durante nuestro viaje al entrar en contacto con nuestros fieros atacantes pasaremos a modo combate, donde las batallas se desarrollan en tiempo real, dándonos así la libertad para atacar, esquivar o defender a la vez que hacen lo propio nuestros enemigos.

El sistema principal de juego nos pone en la predisposición estratégica de entender cómo colocar a nuestro personaje, ordenar al equipo su papel en batalla y elegir al enemigo mas conveniente para después pasar a destrozarlo a combos o con el despliegue de habilidades especiales que iremos aprendiendo conforme subimos de nivel.

Como viene a acostumbrar un buen RPG, los stats y habilidades que aprenderemos serán cruciales para la progresión, por lo que siempre estaremos revisando y gestionando las armas, armaduras, amuletos y técnicas para ir preparados para lo que se avecine. Por norma general las tiendas te dan pistas de lo que puedes encontrarte en localizaciones vecinas cuando venden diversos antídotos. Así que me fue muy útil estar atento a lo que vendían los mercaderes.

Llegados a cierto momento nos las tendremos que ver con los jefes del juego, que no nos lo pondrán fácil si no atendemos bien a sus pautas, a cómo movernos y las necesidades de nuestros compañeros de equipo, que nos avisaran si necesitan recuperar puntos de magia, salud o de algún que otro problema de estado.

Avanzando un poco aprenderemos a ampliar nuestras capacidades combativas por unos breves momentos para ejecutar combos mas poderosos e incluso técnicas de lo más mortíferas. Aquí no había ni trampa ni cartón. Si no aprendías a gestionar bien esta habilidad las cosas se ponían realmente difíciles contra estos peligrosos enemigos. Sin lugar a dudas los momentos más emocionantes de las contiendas.

Lo cierto es que este sistema de combate, aunque se presenta asequible para todo el mundo, tiene un cierto grado de complejidad que sabe satisfacer en las grandes batallas. Pero si bien los combates son rápidos y con gran ritmo, a la larga se nota cierto desgaste con los enemigos que recorren los escenarios. Estos oponentes al cabo de un tiempo no suelen dar la talla, siendo muchas veces obvios sacos de boxeo puestos ahí para subir de nivel. No es que se vuelva aburrido en ese sentido pues las batallas al superarse en escasos segundos o minutos no da pie a aburrirse demasiado por ello, solo que no ponen las cosas interesantes hasta que nos topamos con un jefazo.

Pero no se puede decir lo mismo de los escenarios y mazmorras propuestos. Aquellos lugares en los que solemos pasar muchísimo tiempo de la aventura carecen de la profundidad necesaria para entretener cuando no se está batallando, siendo así amasijos de pasillos y habitaciones sin gran cosa que hacer que ir hacia adelante. A veces me topaba de bruces con algún puzle por el camino, pero nada que pidiera estrujarse los sesos. En ese sentido es una lástima, pues los lugares a explorar se sienten desaprovechados en demasía. Tal vez el paso del tiempo haciendo sus estragos, pues recordemos que este es un juego de hace diez años.

Volviendo a la gestión, Vesperia cuenta con un sistema de aprendizaje de habilidades bastante competente y con miga. Cada arma que utilicemos contiene habilidades ocultas que nos servirán de mucho en los combates. Cuanto más usamos un arma estas habilidades se van desbloqueando para poder asignarlas a cambio de puntos de habilidad. Una vez aprendidas, podremos cambiar de arma para pasar a aprender más habilidades. De esta peculiar forma se enriquecen mucho los combates con habilidades pasivas o activas y nos hacen probar el diferente armamento. Es algo que realmente funciona y que es sencillo de administrar y aprender, por lo que siempre estuve al tanto de qué arma usar para aprender las habilidades más convenientes.

Al final todas las mecánicas que nos va aportando el título poco a poco se entremezclan bastante bien entre sí, por lo que uno juega muy a gusto en los combates a pesar de que los escenarios no aporten gran cosa.

Cuando hablamos del precioso apartado gráfico y sus deliciosas melodías no nos quedamos cortos al decir que Tales of Vesperia, pese al paso de los años, puede entrar por la puerta de casa sin necesidad de llamar al timbre ni pedir permiso. Simplemente entra sin más.

El estilo cel shading utilizado tanto en la impronta de los personajes, escenarios y enemigos diseñados por Koshuke Fujishima es la mar de bonito y cautivador, consiguiendo con muy poco un deleite para nuestros ojos. No es que sean extremadamente ricos en detalles pero el estilo tan manganime y colorido hace que case a la perfección. Algo que combina a las mil maravillas al escuchar las increíbles melodías compuestas por Motoi Sakuraba para el título.

Se nota un enorme trabajo y dedicación para hacer lucir el juego estéticamente lo mejor posible con las limitaciones de aquella década dejada atrás, pero sin la personalidad de la fantástica banda sonora de Sakuraba, no hubiese sido lo mismo de ninguna manera.

Las mejoras en el apartado técnico de esta remasterización son muy patentes. En nuestra versión analizada para PlayStation 4, el título trabajaba a una resolución de 1080p y a una tasa de 60 FPS constantes que, en conjunto con todas las texturas, sombreados y modelados reajustados, lucía todo mucho más definido y fluido que en el original. Un trabajo notablemente sólido.

Todo está compuesto para mantener una viveza audiovisual de lo más memorable. Pero si hablamos de términos audiovisuales la gloria se la llevan las cinemáticas de animación artesanal tan enormemente logradas que sirven en ocasiones como vehículo para relatar la trama. No son muchas pero cuando cae alguna en pantalla es imposible no gozar con ellas.

El videojuego cuenta con una extensísima y laboriosa actuación vocal en inglés como en japonés. Tanto dentro como fuera de las cinemáticas escucharemos a los actores dar vida a los personajes de la historia. Podremos elegir según nuestras preferencias cual de los dos doblajes escuchar. En mi caso lo mantuve en japonés donde lo disfruté bastante.

Visitar el título diez años después de su lanzamiento original me ha hecho sentir que el videojuego sigue en buena forma. No tiene la historia más sorprendente del mundo, pero sus personajes entrañables y mecánicas de juego son gratificantes. Eso sí, algún giro de trama caerá por el camino, por lo que la historia a veces no es tan sencilla como parece y nos enganchará de alguna u otra forma.

A fin de cuentas Tales of Vesperia: Definitive Edition trae consigo contenido envuelto en montones de horas de aventuras y personajes con los que entablar vínculos. Para los que jugaron al original vuelve un clásico con mejoras visuales y mayor contenido jugable en forma de nuevos personajes y escenarios. Y para los nuevos jugadores un título con el que profundizar en un mundo mágico desconocido lleno de combates y personajes maravillosos.

Sin olvidarnos, cómo no, de la inclusión de subtítulos al castellano, algo que será de agradecer para aquellas personas a las que se les dificulta demasiado el idioma anglosajón. Gracias a esta laboriosa remasterización y a una jugabilidad sólida, Tales of Vesperia: Definitive Edition es un título por el que no parece que hayan pasado los años.

Lo mejor:

Una jugabilidad sólida y divertida que ha aguantado el paso del tiempo.
Los personajes carismáticos con los que te encariñarás conforme más los conoces.
Un apartado gráfico y sonoro de lo más delicioso.
Los giros de guión que mejoran la trama por momentos.
Una buena duración que puede alcanzar más de 50 horas.
Una traducción al castellano más que agradecida.

Lo peor:

La historia tarda un tiempo en arrancar.
La interacción con las localizaciones está desaprovechada en exceso, sobre todo en las mazmorras.
Los enemigos que rondan entre los escenarios son algo sencillos.

Nota: 8/10.

Análisis realizado por José Ignacio Rodrigo Torres (versión de PlayStation 4). Copia facilitada por Bandai Namco.