martes, 26 de marzo de 2019

Análisis: The Caligula Effect: Overdose


Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos tenido la necesidad de huir. Escapar. Desaparecer. Vivir otra realidad. Una en la que nos sintamos bien, ya no solo con uno mismo, si no con los demás. Ese mundo ideal que tan bien nos enseñó Aladdin. Si bien esa realidad idílica con su camino de rosas posee su cara más amarga. Esa llena de espinas. Y es entonces cuando, por suerte o por desgracia, se aplica el dicho más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer

La vida tiene sus dobles caras, sus dobles filos, y debemos saber bien sobre qué cuerda estamos caminando. No podemos escabullirnos a la primera de cambio que se nos presente un problema. Hay que enfrentarlo y no ser cobardes. Aunque todos estén en nuestra contra. Si crees en algo, defiéndelo a muerte. Esto es algo que el Go-Home Club sabe muy bien. Y es que, la vida, es la mejor de las profesoras que uno puede tener.


Imagínate que vives tu vida en bucle. Una y otra vez. En un principio estamos en un clima feliz. Nos gusta lo que estamos viviendo y sintiendo ya que parece que nos hemos alejado de nuestros traumas. Pero es entonces cuando caes en la rutina. En la horrible rutina que comienza a ahogar. Esto es lo que le ocurre a nuestro protagonista, un joven —o una joven, en Overdose— que no responde a ningún nombre en el juego ya que será bautizado con aquel que nosotros deseemos otorgarle (aunque en el anime lo conoceremos por Ritsu Shikishima).

Ante el sufrimiento emocional, aparece un personaje llamado μ, una vocaloid al que todo el mundo le tiene un profundo respeto como si de una divinidad se tratara. Y no es para menos. Ya que es la creadora de Mobius, un entorno utópico donde se encuentran atrapados nuestros protagonistas. El cometido de la vocaloid no es otro que aplacar el dolor al que se enfrentan día a día nuestros personajes en su mundo real. Pero, pese a ello, se percatan que no deja de ser un oasis en medio del desierto. 

Si bien, nuestro protagonista no está solo. Como ya adelanté, el Go-Home Club lo conforman varios personajes que también se han percatado que lo que les rodea no es real y quieren regresar a sus vidas a pesar de sus traumas que los condujeron allí. Y, además, tenemos a otro ser llamado Aria de nuestra parte. Nada puede salir mal... o eso creían ellos.

Uno de los puntos fuertes a destacar no es otro que la misión de reclutamiento que debemos llevar a cabo por todo el instituto tratando de conocer más de cerca a otros compañeros, escucharles para tener cierta relación y conocer qué trauma es el que les hace estar en Mobius. Si bien, debemos andar con cuidado que la locura no se apoderen de ellos o se convertirán en Digiheads, seres adictos a la música de μ cual droga y de emociones bastante violentas.


Este reclutamiento abarca a todo el instituto. Estamos hablando de más de 500 personajes con los que podemos tener amistad en plena Mobius. Si bien, este argumento de venta decae con su propio peso cuando dicha tarea se convierte en un proceso tedioso y cansino. No deja de ser, si me permitís, un machacabotones para pasar los diálogos insulsos durante las interacciones sociales. Lo único por lo que merece la pena hacer esto es por la obtención de ciertas habilidades para nuestro personaje. Estamos ante una gran idea muy mal ejecutada y que incurre en monotonía.

Pese a contar el argumento del título con el guionista de los primeros Persona, y sabiendo que las comparaciones son odiosas, el mismo no está a la altura de las últimas entregas de la serie de Atlus. Si bien, se defiende ofreciendo una historia bien resuelta a la que, por supuesto, no le faltan los típicos clichés nipones.

La mecánica principal del título no es otra que ir de mazmorra en mazmorra, que se sitúa en el entorno relacionado con el Ostinato Musician que hay que derrotar. Otro problema surge aquí y es lo aburrido que se hace explorar cada mazmorra por culpa de un mapa que no ayuda como debería. Ya que, si no queremos perdernos, debemos tenerlo activado todo el rato en mitad de la pantalla. Las mazmorras son auténticos laberintos que tienen su punto solo para encontrar ciertos objetos ocultos llamados enigmas y, por supuesto, para enfrentarnos a los enemigos que por ahí deambulan.


Hablando de enfrentamientos entremos en el sistema de combate. Es uno de los puntos del juego que más me han gustado por lo dinámico que se presta y con el modo preview con el que podemos conocer cómo afectarán nuestros movimientos ejecutados hacia el enemigo. Lejos de ser una facilidad sin más —que lo es, matando toda posible dificultad—, vendrá de perlas cuando queramos llevar a cabo movimientos encadenados creando sinergias entre los ataques de los distintos personajes.

Por poner un ejemplo, cierto personaje podrá realizar un movimiento que haga elevar al enemigo por los aires mientras que otro personaje posee un movimiento que hace más daño a los contrincantes que se encuentren elevados del terreno. En este caso, podemos ajustar incluso el tempo en el que se van a ejecutar cada uno de ellos en una línea de tiempo imaginaria. Sin duda, un sistema ágil, dinámico y resultón que me ha gustado y mucho. Aunque como digo, la dificultad, al menos en modo normal, brilla por sí sola. Ya que de una oleada de ataques de nuestro equipo podemos derribar, casi sin despeinarnos, incluso a un jefe final.

En cuanto a la personalización de cada miembro del equipo, tendremos a nuestra disposición varias habilidades en batalla que podemos ir mejorando con puntos de habilidad. Junto a ello cabe destacar ciertos cristales que potencian nuestras estadísticas como son el ataque, los puntos de vida, la precisión o la evasión, entre otros.

The Caligula Effect: Overdose no deja de ser una versión mejorada de la obra original lanzada en PlayStation Vita que busca tener mejor suerte en nuevas plataformas, como es el caso de la que estamos analizando, Nintendo Switch. Entendemos las limitaciones técnicas en la portátil de Sony y que no pudiera explotar al máximo su apartado gráfico.


Pero es que en la híbrida este apartado tampoco luce como debería. En el dock la resolución mejora un poco, pero en portátil los diseños de los personajes se muestran borrosos, desdibujados, sin ser muy agradables a la vista. Además no son pocos los pequeños tirones de frames que acusa el juego, venidos de una mala optimización.

Como contraparte del mediocre apartado gráfico tenemos un, sí mejor, apartado sonoro. Se nota que al acariciar la temática vocaloid han querido cuidar más este aspecto y así ha sido. Pese a ello no queda tampoco exento de crítica y es que llegará un momento en el que comenzaremos a cansarnos de escuchar una y otra vez la misma melodía en bucle mientras avanzamos por las mazmorras.

Si bien, te estarás preguntando si merece la pena jugar a Overdose si ya disfrutaste del original. Y, en esta ocasión, más allá de ser un remake de aquel sin más, han incluido añadidos que lo hacen apetecible si te gustó —pero mucho mucho— la entrega madre. Si no, es mejor dejarlo estar

Así, además de la inclusión de nuevos personajes, tanto del lado del grupo Go-Home Club como de los Ostinato Musicians, han dado la posibilidad de comenzar el juego con una protagonista femenina —que apenas afecta en la trama— así como disfrutar de una ruta completamente nueva que nos involucra como un auténtico agente doble —algo inconsistente e introducido por puro fanservice— que estará tanto del lado de nuestro equipo escolar como de los Ostinato Musicians, así como nuevos finales. Por supuesto, el título sigue contando únicamente con textos en inglés y voces en japonés.

En resumen, The Caligula Effect: Overdose es un título que quiere y no puede. No digo que sea malo. Es que, sabiendo que podría haber sido infinitamente mejor, mejorando las carencias habidas en su día en la versión de PlayStation Vita, se ha quedado a medio camino. Pese a ello, Overdose es ideal para los nuevos jugadores que quieran probar la propuesta de FuRyu de adentrarse en el mundo de Mobius y descubrir a sus personajes en su vuelta a casa para regresar a su vida real. Esa vida que quieren crear, y que merecen, sin importar cuántos miedos les cueste enfrentar.


Lo mejor: 
  • Sistema de combate ágil y dinámico.
  • Los añadidos: nuevos personajes, protagonista femenina, más finales y ruta alternativa.
  • Un entorno vivo con multitud de personajes con los que crear lazos de amistad...
Lo peor:
  • ... aunque le pesa mucho su sistema tedioso y sus conversaciones insulsas y poco trascendentales.
  • Pobre apartado gráfico, especialmente en modo portátil.
  • Mediocre rendimiento en determinadas zonas.
  • Explorar las mazmorras se hace, a la larga, aburrido y pesado.
  • Dificultad mal balanceada.
  • Dependencia absoluta del mapa si no quieres perderte.

Nota: 6/10.

Análisis realizado por Fran del Rosal (versión de Nintendo Switch). Copia facilitada por NIS América.

FICHA TÉCNICA
Nombre: The Caligula Effect: Overdose
Género: Rol (RPG)
Desarrollador: Nippon Ichi Sofware
Distribuidor: NIS América
Jugadores: 1
Precio: 49.99€
Formato: Nintendo Switch, PlayStation 4, PC
Lanzamiento: 15/03/2019